Seguro que no sabías que la sal puede ser utilizada para algo más que para condimentar nuestros platos. Aunque en la actualidad hay infinidad de productos de limpieza del hogar, también hay remedios caseros que pueden ayudarnos hacer nuestra vida más fácil, ahorrarnos dinero y evitar llenar nuestra casa de sustancias químicas, lo cual es muy útil cuando se tienen niños y mascotas en casa que van tocándolo todo. Uno de ellos es la sal que combinada con otros productos naturales resulta ideal para la limpieza del baño y la cocina.
Contenido:
1. Eliminar los posos de la vajilla
La sal puede usarse para eliminar los restos secos de vino o de cualquier otra bebida en nuestros vasos y copas de cristal. Solamente necesitas mezclarla con medio vaso de vinagre y medio de agua. Deja reposar la mezcla en el recipiente durante 24 horas y si se resisten, vuelve a repetir al operación.
Si se trata de cercos en círculo, también puedes quitarlos mojando un paño en agua muy caliente y sal gorda. Frota la copa varias veces hasta que las manchas hayan desaparecido por completo.
2. Quitar restos de comida de las cacerolas
Cuando se trata de comida pegada en una olla, si no está muy incrustada, podemos llenarla con agua caliente y echar un puñado de sal. Hiérvela durante 15 minutos y después aclárala bien.
3. Limpiar el óxido del acero
Cubre las partes oxidadas de los utensilios de acero que se hayan estropeado con una capa de cera de abeja. Deja reposar para que se solidifique y después echa sal gorda sobre ella. Después frota con un trapo limpio hasta que la capa de cera desaparezca. Al mismo tiempo conseguirás deshacerte del óxido.
4. Limpieza natural de la bañera
Limpiar la bañera con productos abrasivos y un estropajo no es la mejor opción si queremos que nos dure más tiempo. Aplica el zumo de medio limón mezclado con sal gorda y deja que actúe unos minutos. También puedes usar vinagre si lo prefieres.
5. Recuperar el blanco de la bañera
Si quieres que tu bañera vuelva a recuperar su blanco natural como el primer día, utiliza una esponja humedecida en esencia de trementina mezclada con un puñado de sal. Deja reposar unos minutos y aclara con abundante agua caliente y jabón líquido.
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