Limpiar el baño es, sin lugar a dudas, unas de las tareas más molestas. Y es que en esta estancia se acumulan una gran cantidad de gérmenes y suciedad que resultan muy desagradables. Lo que hace que además debamos realizar esta tarea a menudo. En Serlingo pensamos en ti y, por eso, queremos darte algunos trucos para que puedas hacerlo de una manera más rápida y fácil.
Contenido:
1. Limpiar el espejo
El espejo del baño es uno de esos elementos que más rápidamente se ensucian, ya que el maquillaje, el polvo y la pasta de dientes se van depositando sobre él. Utilizar agua o productos de limpieza con toallas de papel suele dejarlo empañado o rayado. Nosotros te recomendamos preparar una infusión de agua con tres bolsas de te negro y meterlo en un spray para limpiar con ella.
2. Elimina las manchas de agua
La cal va dejando manchas horribles en los grifos y elementos metálicos del baño que son muy difíciles de quitar. Intenta fregar el metal solamente con limón y conseguirás que queden relucientes y que además el baño huela bien.
3. Limpiar la ducha
Por lo general, el jabón se seca y deja manchas en la ducha, lo que no es agradable cuando nos volvemos a duchar. Para limpiarlo, rellena un bote con vinagre y jabón a partes iguales y verás como la suciedad sale como por arte de magia.
4. Limpiar el inodoro
Utiliza vinagre blanco la próxima vez que vayas a limpiar, ya que además de ser un producto completamente natural, ayuda a matar las bacterias, los gérmenes, el moho y hace desaparecer la espuma. Vierte el vinagre en la parte de arriba del inodoro y deja que se asiente mientras vas aplicando un poco en la tapadera y en el asiento. Enjuágalo todo y verás cómo queda completamente limpio.
5. Escobilla del váter
Si quieres que tu escobilla del inodoro quede libre de gérmenes, lo único que debes hacer es verter un poco de producto de limpieza en la base y dejarlo en remojo.
6. Limpiar el vaso del cepillo de dientes
El vaso del cepillo de dientes va acumulando suciedad y restos de pasta. Para que quede completamente limpio, mételo en el lavavajillas a una temperatura elevado o déjalo en remojo en el fregadero.