Además de ser un problema antiestético, la aparición de moho en la fachada es un foco nocivo para la salud humana en los edificios. El moho tiende a proliferar en zonas de sombra con mucha humedad, por lo que es habitual encontrarlo en la cara norte de las casas o en lugares en los que no da la luz del sol o no hay corrientes de aire. Esto se agrava si además hay materia orgánica de por medio. Por eso, aunque puede aparecer en gran parte de la fachada, las zonas más comunes suelen ser las que se encuentran más cerca del suelo.
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¿Cómo eliminar el moho de una fachada?
El moho puede aparecer tanto fachadas de madera como de ladrillo, cemento o vinilo. Puede que incluso hayamos aplicado algún tratamiento fungicida y que incluso aparezca en las juntas y en los rincones, lo cual suele ser bastante habitual en los revestimientos de madera.
La buena noticia es que retirarlo no es muy complicado. Solamente necesitamos una manguera a presión y lejía, y conducir los restos al desagüe o barrer. De lo contrario, estaremos facilitando su crecimiento en otras zonas.No obstante, en casos como la madera, a veces es necesario aplicar un tratamiento bloqueador de moho después de limpiar. Además, para conservar su aspecto, la madera suele necesitar tratamientos periódicos de barniz tapa-poros para preservar la madera de la humedad y prevenir la aparición del moho.
¿Con qué frecuencia debe limpiarse la fachada?
Lo ideal es limpiar la fachada periódicamente para evitar que se acumule materia orgánica que pueda favorecer su aparición, sobre todo aquellas partes de la fachada que se encuentren en áreas sombreadas o que reciban poca luz del sol, prestando especial atención a las zonas bajas, a los toldos y a los canalones. En este caso, lo más recomendable es limpiarlas al menos una vez al mes. Pero si es una zona con sol, bastará con hacerlo una vez cada seis meses.
Si no lo haces, lo único que conseguirás es acabar con una gran mancha negra que será muy difícil de eliminar. Por eso, es muy importante no dejar pasar el problema y ponerle solución lo antes posible. Si es necesario, contrata una empresa de limpieza de fachadas para que limpie aquellas zonas más altas o más inaccesibles a las que tú no llegas.
Las empresas profesionales están especializadas en tratamientos antimoho para fachadas, por lo que además pueden ayudarte a prevenir el problema para que no tengas que preocuparte en mucho tiempo. Y si se trata de un problema complejo que te ves incapaz de eliminar, te ayudarán a solucionarlo y a dejar la fachada como nueva.
¿Cómo prevenir la aparición de suciedad en la fachada?
Como suele decirse, «más vale prevenir que curar». Por eso, siempre es mejor tomar algunas medidas para prevenir la aparición del moho que limpiarlo cuando ya ha aparecido. Para ello, es importante que mantengas la vegetación cercana a la fachada bien cuidada y podarla para que no esté en contacto con la pared, de manera que ventile y que no se acumule materia orgánica. Tampoco dirijas el sistema de riego directamente sobre la fachada. Y, si es posible, instala un revestimiento que evite el crecimiento del moho.
Si necesitas una empresa de limpieza que se encargue de retirar el moho de tu fachada, contacta con Serlingo. Actuamos en toda la Comunidad de Madrid.
