La diversidad de materiales para suelos es tan amplia que, en ocasiones, parece que cueste elegir el más adecuado para cada estancia, local o residencia. Si además nos centramos en la limpieza, la variedad de métodos también aumenta.
Ante toda esta vorágine de productos y materiales, los técnicos de Serlingo han decidido centrarse en los suelos de caucho. A continuación, se hará un repaso por las características de este material, del suelo fabricado con él y de cuáles son los métodos más recomendados para limpiarlo.
Contenido:
¿Qué es el caucho?
El caucho es un polímero elástico que se extrae de la savia blanca de algunas plantas de Sudamérica. Entre sus propiedades, destaca su gran elasticidad, pudiendo deformarse de forma muy fácil.
De hecho, el caucho no solo se utiliza para fabricar suelos. Uno de sus usos más extendidos sea quizá el látex. Asimismo, este material ha sido uno de los más polémicos y controversiales debido a la gran explotación de sus fuentes de origen (los árboles) por parte de la industria.
¿Cuáles son los usos de los suelos de caucho?
Lo más frecuente es que los suelos de caucho se encuentren en centros deportivos, gimnasios o estancias con material para practicar deporte. La principal razón es su suavidad y su consistencia blanda, algo que le permite actuar como capa protectora para el suelo de gres o de parqué que pueda haber debajo de él.
En otras palabras, el suelo de caucho consiste en una capa protectora contra golpes y agresiones causadas por mancuernas o cualquier otro utensilio pesado y duro, utilizado para practicar deporte.
En otras palabras, aporta seguridad, comodidad, resistencia y calidez a la estancia deportiva, permitiendo que sus usuarios puedan manejar sin peligro los utensilios adecuados para sus prácticas y sus objetivos.
¿Cómo limpiar los suelos de caucho de un gimnasio?
La limpieza de los suelos de caucho debe llevarse a cabo con cuidado y precaución, puesto que este material resulta muy delicado y no se puede aplicar sobre él cualquier producto químico. De lo contrario, podría verse altamente afectado.
Por este motivo, los técnicos de limpieza recomiendan seguir, en primer lugar, los consejos del fabricante con referencia a los productos de limpieza que deben utilizarse. Asimismo, como norma general se deberán evitar la lejía, el vinagre de limpieza y cualquier otro producto que tenga un alto nivel de ácido o acetona en su composición.
En el caso de querer extraer manchas concretas y pequeñas, se recomienda utilizar una solución compuesta por agua y jabón. Por ello, para limpiarlo de forma diaria se aconseja utilizar jabón neutro diluido en agua y con un ápice de desinfectante.