Las tuberías son ese miembro de nuestro edificio, casa o finca al que normalmente no prestamos la suficiente atención, excepto cuando no tenemos más remedio. Es decir, cuando están embozadas, perforadas o con alguna incidencia. Por este motivo es imprescindible cambiar el chip en este sentido y dedicar un tiempo determinado al mantenimiento y limpieza de las tuberías. De esta forma, su estado se mantendrá adecuado durante mucho más tiempo.
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Limpieza de tuberías, maneras y consejos
La limpieza de tuberías es el paso imprescindible y necesario para evitar que estas se embocen, impidiendo el libre paso de líquidos o sustancias por ellas y provocando malos olores.
Existen muchos métodos útiles para limpiar las tuberías. Elegir uno u otro depende de qué tipo conducto sea, incluido el tipo de finca o residencia donde esta se encuentre. Hay que pensar que no necesitará el mismo mantenimiento ni limpieza una tubería de un hospital, que una tubería de un piso particular.
Cómo limpiar tuberías de gran capacidad
Si nos enfrentamos a unas tuberías presentes en un edificio industrial, monumental o público, es muy probable que exija la intervención de un equipo profesional sin más remedio. Ya no solo por la dificultad de las tareas a realizar, también por las técnicas de limpieza, las cuales requieren de experiencia y conocimiento.
En este caso, los profesionales llevarán a cabo sus tareas con la ayuda de maquinaria específica para ello. Si necesitas más información sobre este tipo de limpieza, Serlingo pone a tu alcance una serie de servicios que te serán muy útiles y te ayudarán a deshacerte de las incidencias en tus tuberías.
Cómo limpiar tuberías de casas particulares
Si estamos ante tuberías de fincas, domicilios o negocios privados, más pequeños, los usuarios pueden llevar a cabo una serie de acciones en su día a día con las que mejorar el funcionamiento de las mismas. Algunas de las más sencillas y comunes son las siguientes:
- Verter bicarbonato y vinagre: este es uno de los métodos más utilizados para limpiar de forma eficaz las tuberías del hogar.
Hay que empezar vertiendo el bicarbonato por el desagüe que se quiera limpiar. Se debe dejar actuar durante unos dos o tres minutos. Después, se debe volcar un buen chorro de vinagre concentrado o de limpieza. Veremos que la mezcla crea espuma, pero no hay que preocuparse por eso. Para finalizar, es recomendable echar un vaso de agua caliente.
- Verter amoníaco habitualmente tras cada limpieza: este método consiste en verter un poco de amoníaco directamente en el desagüe después de cada limpieza habitual que realicemos bien en el baño, bien en la cocina. De esta manera, el amoníaco retirará la suciedad de las tuberías y, al hacerlo de forma frecuente, impedirá que se quede fijada.
Se elija el método que se elija, lo primordial es actuar de forma consciente y cuidar las tuberías a diario. Ya no haciendo algo en específico, sino intentando no verter productos como aceites, grasas o comida en exceso, procurar mantener limpios los desagües, etcétera.