¿Sabías que tener un espacio de trabajo ordenado aumenta la productividad? Y no sólo porque el tiempo que pasamos localizando lo que necesitamos se reduce considerablemente, sino también porque hace que nos sintamos más cómodos y que nuestro nivel de estrés y de distracciones disminuya notablemente. Pero además, los descuidos pueden ocasionar la pérdida de algún objeto o documento importante o hacer que nos olvidemos de alguna tarea o llamada importante.
Así pues, el desorden puede convertirse en un hábito muy dañino que debemos corregir cuanto antes para evitar que nos pase factura en nuestra jornada laboral o, incluso, a nuestra carrera profesional. Pero además, una oficina bien ordenada siempre mejora la imagen que transmitimos al mundo de nosotros mismos. Por eso, hoy te traemos algunos consejos sobre cómo ordenar tu oficina de trabajo.
Contenido:
Evita cualquier distracción
Si eres de esas personas que se distraen con el vuelo de una mosca, es importante que alejes de tu espacio de trabajo todo aquello que pueda apartarte de tus obligaciones cuando estás trabajando. Por ejemplo, no es recomendable tener el móvil siempre al lado, ya que corremos el riesgo de estar mirándolo constantemente y de que cuando queramos volver a lo que estábamos haciendo, hayamos perdido el hilo y tengamos que empezar de cero o que incluso pases a la siguiente tarea pensando que ya habías terminado la anterior.
Usa archivadores y post-its
No hay nada peor que un escritorio lleno de papeles hasta arriba. Organízalo todo en archivadores para que no estén estorbando en tu mesa y además puedas localizarlos con facilidad cuando los necesites.
Además, los post-its también son muy útiles para añadir notas e identificar los documentos. De esta forma, podemos archivarlos y encontrarlos rápidamente. Te aconsejamos que los clasifiques con distintos colores para encontrarlos más rápido. Y si trabajas con alguien más, acordad las reglas para que todo esté bien organizado. Ni que decir tiene que cada cierto tiempo también es importante deshacerse de todo aquello que ya no vamos a necesitar y evitar así que ocupen espacio en la oficina.
Usa herramientas que te ayuden a organizarte
Las pizarras son una excelente herramienta para colocar recordatorios importantes. Pero también es recomendable contar con bandejas para los documentos con los que estamos trabajando, con portalápices para no tenerlo todo sobre la mesa y con un calendario grande y visible o una agenda para anotar las reuniones, citas o tareas importantes.
Crea un cajón para trámites personas y artículos
Si es posible, elige un escritorio con cajones donde puedas almacenar de forma ordenada los trámites del día o artículos que vayas a necesitar a diario, de modo que estén localizables pero no estorbando sobre la mesa. Cuantas menos cosas haya sobre el escritorio, mejor.
Dedica los últimos minutos de tu jornada a dejarlo todo ordenado
Aprovecha los últimos 5 minutos de tu jornada para dejarlo todo en su sitio. De esta manera podrás empezar la siguiente jornada con tu escritorio ordenado, lo que te dará mayor sensación de paz mental que encontrarte una montaña de papeles sobre la mesa.
Además, con todo ordenado, facilitarás las tareas de limpieza de oficinas a la empresa encargada de ello.