Muchas familias cambian de residencia durante los meses de verano. Bien sea a una segunda casa en la playa, bien a un apartamento en la montaña, el hogar principal queda cerrado durante, como mínimo, unos quince días. Esto implica que a la vuelta, la casa tenga que ser sometida a una limpieza posvacacional.
A priori, no tiene por qué ser una gran inversión ni de dinero ni de tiempo, pero sí que, en ocasiones, esta tarea se convierte en una fuente de estrés o discusiones familiares. A continuación, Serlingo mostrará unas posibles pautas que facilitarán la vuelta a la rutina y la limpieza posvacacional en Madrid.
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¿Cómo limpiar la casa después de las vacaciones?
La limpieza postvacacional no solo implica quitar el polvo a la casa y airear el ambiente, también otras muchas cosas como el cambio del armario. Muchas familias aprovechan y realizan antes de que los niños empiecen las clases.
Antes de empezar cualquier tarea y para prevenir posibles rencillas, la mejor táctica es planificar por zonas y dividir las tareas entre todos los miembros de la familia, antes de nada.
Limpieza de la cocina
La cocina suele ser uno de los puntos neurálgicos de las casas, donde más movimiento de personas y de actividades se suceden. Por este motivo, mantenerla a punto y ordenada es costoso a la par que necesario.
Lo más recomendable es empezar por la nevera. Sacar los alimentos que se hayan podido echar a perder durante las vacaciones sería un buen punto de partida, además de descongelar el congelador y airear toda la maquinaria. De esta manera, el sistema descansará y los posibles malos olores se eliminarán.
A partir de aquí y en función de lo profunda que se quiera hacer la limpieza, un buen segundo paso sería reordenar los armarios, los cajones y la alacena de la cocina. A partir de aquí, fregar bien la campana extractora, el horno y el microondas.
Para mantener el resultado durante más tiempo, lo ideal es procurar mantener el espacio siempre ordenado, tirando las basuras en cuanto sea necesario, fregando la encimera y los fogones cuando se acabe de cocinar, etcétera.
Limpieza de los baños
El baño puede que no requiera demasiada limpieza si ya se dejó limpio antes de salir de vacaciones. No obstante, si se desea hacer de forma profunda, lo mejor es airear y quitar el polvo de los armarios y/o estanterías. Poner naftalina y revisar las toallas también es necesario.
A continuación y para acabar la limpieza posvacacional del baño, fregar de forma concienzuda los sanitarios, la pica y la ducha o la bañera es necesario. Todo ello sin dejar de lado el alicatado de las paredes, poniendo atención a las posibles manchas de moho provocadas por la humedad.
Limpieza de moquetas y sofás
El polvo es el peor enemigo para sofás y moquetas de casa. Por poco días de vacaciones, a la vuelta es primordial dar un repaso a estas superficies, sobre todo como prevención de posibles alergias.
Las aspiradoras con filtro hepa y las vaporetas se convierten en dos aliados perfectos para eliminar bacterias, ácaros, polvo, restos de alimentos y de elementos del exterior, como arena. De esta manera, no solo lucirán mejor, también aportarán un mayor bienestar a los individuos que viven en esa casa.
Organización de los armarios
La vuelta a casa después de las vacaciones nos brinda la oportunidad de reordenar los armarios. La maleta vendrá llena de ropa sucia que irá directa a la lavadora y con ello, viene la perfecta excusa para ponerse a ello. Desde hacer el clásico cambio de armario de temporada, hasta revisar las prendas y donar o tirar aquellas que no sean necesarias, esta tarea tiene muchas posibilidades.
A parte de esto, también se puede limpiar, aspirar y desinfectar los armarios por dentro. Además, una vez limpios estaría bien poner naftalina y protegerlo para que no haya invasiones de ácaros o bacterias.
Así pues, una vez hecha la limpieza posvacacional, el siguiente paso es disfrutar de la vuelta a casa y del nuevo orden del hogar. En ocasiones, la rutina es necesaria para hacer balance y darle una vuelta a la forma en la que se tiene ordenada la casa.