En verano, a todos nos encanta ir a la playa, bañarnos y tomar el sol para ponernos morenos. Sin embargo, a excepción de aquellos días en que estamos de vacaciones del trabajo, nuestras obligaciones no cambian y la casa no se limpiará sola por mucho que lo deseemos intensamente. Por eso, antes de empezar a disfrutar de nuestras vacaciones, es muy recomendable hacer una limpieza a fondo, de manera que solamente tengamos que hacer algunas tareas más livianas durante esta época. Hay algunas tareas que deben realizarse muy de vez en cuando y el cambio de estación es el momento ideal para hacerlo.
Seguro que no querras tener toda la ropa de invierno estrobando en tu armario cuando llegue el verano y sacar las prendas que nos vamos a poner más. Con lo cual, el cambio de armario es una de las primeras tareas que deberás hacer cuando empieces la limpieza del hogar en verano. Pero también hay que hacer otras tareas que seguramente no te resultan tan agradables, pero que te ayudarán a mantener la casa limpia y poder disfrutarla sin agobios.
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Limpiar los armarios
Obviamente, antes de hacer el cambio de ropa, deberemos limpiar las estanterías y cajones de los armarios. No es una tarea que requiera de mucho esfuerzo y,d e esta forma, evitarás que tus prendas se ensucien incluso antes de ponértelas. Pero además, es importantes que hagas revisión de la ropa de verano para valorar cuáles te vas a poner y cuáles no. Si hay prendas que ya no te quedan bien o que no te gustan, lo mejor es que las gaurdes aparte o que las dones para que te quede más espacio.
Cambia la ropa de cama
También es el momento de cambiar la ropa de cama. Es posible que por pereza incluso lleves varias semanas pasando calor de noche. Olvídate del edredón y de las sábanas de franela y pon una ropa de cama más fresca.
Limpieza a fondo del baño y la cocina
La limpieza del baño y la cocina suelen ser las tareas que menos nos gustan, pero lo cierto es que son als zonas de la casa que más suelen ensucuiarse y donde la higiene es fundamental. Además, una vez que ya estás metido de lleno en una limpieza fondo, no importante tanto. Como es lógico, deberás limpiar los sanitarios y los muebles, pero no puedes olvidarte de las paredes y el techo, incluyendo el blanqueamiento de juntas.
Limpia las ventanas
Puede que en invierno la excusa de no limpiar las ventanas por si llueve te valga, pero en verano no. Esto no significa que debas limpiarlas cada semana. De hecho, si las dejas bien limpias y el tiempo acompaña, pueden durarte bien hasta el otoño. En este sentido, el vinagre y el amoniaco son excelentes aliados. Después, solamente tienes que secarlo con papel de periódico.