No importa si para trabajar cada día te esplazas hasta una oficina o si trabajas en casa. Para poder realizar tus tareas de manera eficiente, es importante contar con un espacio de trabajo limpio y ordenado. El problema es que, con tanto trabajo, no siempre encontramos tiempo para hacerlo. Por eso, hoy te traemos algunos consejos muy sencillos que puedes aplicar a diario para que tu oficina esté siempre limpia y fresca.
Contenido:
Usa un paño de microfibra para limpiar tu equipo
Nuestro equipo informático constituye uno de los elementos clave de nuestro espacio de trabajo y que utilizamos con más frecuencia. Precisamente por ello, suelen ser los elementos más sucios de la estancia. Para evitar la propagación de gérmenes y que todo esté siempre limpio, solamente necesitas un paño de microfibra y un poco de alcohol. No tardarás más de 5 minutos.
Limpiar los muebles de oficina
Es importante que dediques al menos un día a la semana para limpiar las estanterías, mesas y escritorios y mantenerlo todo libre de polvo. Y dedica un día al mes para vaciar las mesas, estanterías y superficies y limpiar a fondo. Tanto los muebles como los libros. Después vuelve a colocarlos. Seguramente no tardes más de una hora en hacerlo y te asegurarás de que todo está perfecto y que das la mejor imagen posible a los clientes que visitan tu despacho.
Consejos útiles
Siempre es útil tener toallistas desinfectantes a mano, ya que sirven para una gran variedad de tareas. De esta forma, si algo se ensucia, no tendrás más que pasarla rápidamente y dejarlo limpio. Pero también para limpiar el teléfono que suele ser un auténtico paraíso para los gérmenes. Esto te ahorrará mucho tiempo cuando tengas que hacer limpieza general.
Además, es fudnamental contar con un buen cubo de basura de un tamaño adecuado para tirar todo aquello que no sirva; un plumero para eliminar el polvo en aquellos días en los que se esté asentando a un ritmo más rápido de lo normal en tu mesa; y un ambientador de enchufe para que el ambiente se mantenga limpio y fresco.