Las comunidades de vecinos suelen contar con zonas comunes como los rellanos, las escaleras o los pasillos que pertenecen a la propia comunidad y, por ende, al colectivo de todos los propietarios. Es obvio que cada propietario puede hacer en su vivienda lo que considere más conveniente, pero en las zonas comunes hay ciertas normas que se establecen en los estatutos de la comunidad para conocer sus usos, las posibilidades de hacer determinadas cosas o quién se ocupa de la limpieza de las zonas comunes.
Por lo general, de la limpieza de la comunidad de vecinos, especialmente de las comunidades más grandes, se ocupa el portero o el empleado de la finca, que se encarga de ayudar a los propietarios en cualquier tarea que sea necesario dentro de la casa relaionada con el mantenimiento y de mantener limpias las zonas comunes. Algo así como una extensión del casero. Algo que agradece todo el mundo, sobre todo los propietarios, ya que de esta forma se evitan problemas mayores que hayan podido producirse por la dejadez de los inquilinos, como las plagas de insectos, las ratas y demás.
No obstante, no todas las comunidades de vecinos disponen de un empleado que se ocupe de todo ello. Aquellas que son muy pequeñas muchas veces deciden que no merece la pena pagar un sueldo a una persona a jornada completa por llevar a cabo esta labor y son los propios inquilinos los que se ocupan de limpiar las zonas comunes, repartiéndose el trabajo de la manera que decidan. Eso sí, debe ser aprobado a tal efecto por la mayoría de la comunidad en junta.
Aunque también existe una opción intermedia. Y es que se contrate un servicio de limpieza que solamente venga al edificio para limpiar, como ocurre en la mayor parte de las comunidades de nuestro país, ya que se trata d euna opción mucho más económica y menos engorrosa para los vecinos.
Así pues, la decisión de quién se encarga de la limpieza de la comunidad de vecinos depende mucho de los propietarios, en función de sus necesidades y de sus posibilidades. Eso sí, sea cual sea la decisión que tome, siempre debe quedar dentro del marco legal que recoge la Ley de Propiedad Horizontal.